quinta-feira, março 17, 2005

Respuestas abiertas a mi post sobre la esencia anticristiana del nazismo

Dice cegosmudosesurdos que «O Nacional Socialismo nunca perseguiu nenhum católico por ser católico! Aliás, muitos NS eram católicos.» Cierto que había algunos nacionalsocialistas que eran católicos, como Goebbels. Malos católicos, que ponían los intereses de una ideología por encima de los de su Patria y de los de su Religión. También Hitler fue bautizado católico, pero se sabe que desde la temprana edad de 7 años dejó de practicar. También Lutero, Calvino o John Knox fueron católicos (¡y monje, seminarista y Sacerdote respectivamente!), e hicieron un daño enorme al Catolicismo. Siempre hay traidores. Que el nacionalsocialismo nunca persiguió ningún católico es una afirmación insostenible. Casi un 25 % del clero católico hubo de abandonar Alemania por persecución directa. Ahí están las quejas y la correspondencia escrita de Von Galen al Papa Pío XII. En la primera de mis citas bibliográficas hay abundantísimo material para tirar por tierra esa afirmación. Sí: el régimen nazi persiguió a mucha gente por el mero hecho de ser católico. Yo añado: existe una contraposición fundamental entre el Catolicismo y el nacionalsocialismo. ¿Cómo es posible decir que no hubo persecución anticatólica cuando hasta hubo específicamente legislación anticatólica?
Mi hermano en la Fe JSarto escribe :
«1º) A Concordata de 1933, celebrada entre o III Reich e a Santa Sé, foi sistematicamente violada por aquele primeiro, que em muitas ocasiões fez dos preceitos de tal acordo pura letra morta, nomeadamente no que concerne à organização e controlo das associações de juventude;
2º) O Nacional-Socialismo foi iniludivelmente uma doutrina pagã, violenta e agressivamente anticristã, como o apreende de imediato qualquer pessoa que leia a obra fundamental de Alfred Rosenberg “O Mito do Século XX”, ou contacte mais aprofundadamente com o pensamento gnóstico da Ordem SS (voltarei em breve a este tema, com a transcrição directa de tais ideias);
3º) Enfim, não atingindo o paroxismo do comunismo, os casos de perseguição religiosa concreta aos católicos sob o jugo nacional-socialista são reais, como o comprovam a título de mero exemplo o larguíssimo número de deportações de religiosos para o campo de concentração de Dachau.»
¿Quiere Vd. seguir en el error o se va rendir a los hechos?
De sus afirmaciones, y las de Filipe BS, sobre que la Iglesia «gosta e precisa de estar do lado dos vencedores» ni me voy a molestar en contestarlas. Cuando la Iglesia ha sufrido una cruentísima persecución por parte de los vencedores comunistas de la SGM su afirmación es un insulto a millones de mártires. Y es, también, un insulto a la razón como pocos. Nos hemos hartado de repetir en A Casa de Sarto que la Iglesia los últimos 500 años ha estado prácticamente siempre de lado de los perdedores porque, precisamente, la Iglesia lleva perdiendo los últimos 500 años.
A Filipe BS habrá que recordarle que, por mucho que se quiera, no es posible establecer siquiera de lejos una comparación entre el fascismo italiano y el nacionalsocialismo. Son dos cosas muy distintas. Mussolini, agnóstico, tuvo un respeto hacia la Iglesia que se manifestó cuando entre las primeras medidas que tomó fue la de pedir a la Iglesia que proporcionase Capellanes y educación religiosa a las organizaciones juveniles del fascismo italiano, los famosos Balillas. Mussolini, además, hizo lo que pudo dentro de sus limitaciones para contrapesar la herencia anticatólica de los garibaldinos, fundadores de Italia, y compensó a la Iglesia cuanto pudo. Si Filipe BS quiere ahora criticar a la Iglesia por su apuesta por la Democracia Cristiana en la Italia post-fascista está en su derecho de hacerlo. Fue una pésima decisión política que A Casa de Sarto tampoco comparte. Como si quiere criticar la posición respecto al Ralliament, de León XIII, otra pésima decisión política que puso a Francia al pie de los caballos. Pero eso no es la Iglesia, como Cuerpo Místico: son personas –incluso el Papa mismo-. La Iglesia, como institución humana, también ha tenido fallos. Entre estos fallos no se encuentra el no haberse opuesto al nacionalsocialismo o al comunismo (hecho aparte es el desastre de la Ostpolitik generada por el Vaticano II). Uno de los mejores blogues de la lusofonia es, precisamente, Fascismo en Rede, y que lleva haciendo una labor sólida y silenciosa por la defensa del Fascismo en lo que es, y no en lo que dicen que es. Lo mismo se puede afirmar de Antonio José Brito, uno de los mejores pensadores políticos portugueses del último siglo.
«Quanto às referências que o Sr. Castela Santos incluiu neste 'post', veja-se a credibilidade desta, em http://www.cuttingedge.org/news/n1004.html» en buena parte el amigo O Corcunda le ha dado ya buena respuesta: «Falta que o Filipe BS refute o argumento do texto e não os desacredite à luz de escritos que se encontram no mesmo site! Isso sim é fugir à questão.» Con todo, déjeme añadir que al probado ocultismo del núcleo duro de los nazis, uno tiene que añadir extrañas ceremonias ocultistas que suceden en Universidades norteamericanas como Yale y Harvard, de donde han salido el 80 % de los Presidentes. Que puntos clave de la doctrina nacionalsocialista, como la eugenesia, fueron practicados e implementados mucho antes en los EE.UU. que en Alemania. Que la «eutanasia», algo a lo que caminamos a marchas forzadas en nuestros días, era otro puntal nazi. Que si los nazis abrogaban por la reducción de la población (o al menos de las minorías), resulta que hoy día poderosos hombres de estados «democráticos» proponen una reducción de la población mundial a un máximo de 500 millones.¿Cómo explica FilipeBS estos paralelos entre la élite de los poderosos de nuestros días y los nazis?
Sobre León Degrelle habría mucho que hablar. En algún momento de su vida es posible que llegara prácticamente a perder la Fe. Sin embargo Degrelle fue movido, como muchos europeos del período de entreguerras, a luchar por algo que superara la falsa dialéctica capitalismo-comunismo (que en el fondo, por mucho que le duela al amigo Nelson Buiça, es lo mismo porque ambas son cosmovisiones materialistas, dígase si se quiera que una menos mala que la otra, pero malas las dos). La famosa y muy condecorada División 250 del Ejército Alemán, la División Azul, era una División de españoles que fueron a la Unión Soviética a luchar contra el comunismo (al que Pío XI, y con razón, calificara como intrínsecamente perverso), pero su gran mayoría eran católicos practicantes que tuvieron problemas con los mandos nazis por esta razón . Comparto esa visión de BOS sobre las causas por las que muchos europeos lucharon en la SGM:
«Acho natural que uma filosofia e uma «praxis» política, enfim, uma ideologia que nasceu em pleno século XX contra o liberalismo e o comunismo haja incorporado certas noções ditas de direita, quando combate o comunismo, e de esquerda, quando combate o liberalismo.E acho sobretudo que vai sendo tempo de discutir a matéria sem nos sentirmos vinculados a qualquer dos campos. Quase não nos damos conta, mas a «aventura» fascista terminou há seis décadas. Podemos certamente olhá-la descomplexadamente.»
Los nazis se aprovecharon de la valentía e ingenuidad de aquellos jóvenes europeos que murieron por millones en la helada estepa rusa. Hans Ulrich Rudel describe muy bien el sentimiento que tenían los combatientes alemanes y sus voluntarios en el Este en su famoso libro Piloto de Stukas. Pero esto no quita que los nazis fueran perversos, ocultistas y hasta pactaron con el comunismo (recuérdese a Von Ribbentrop y Molotov). Leon Degrelle fue, con todas sus equivocaciones en algunos aspectos, un héroe. El mejor de los escritores alemanes del siglo XX (quien, por cierto, se convirtió al Catolicismo apenas dos años antes de morir) Ernst Jünger ha explicado muy bien a lo largo de su obra cuál era el sentimiento por el que combatían la mayor parte de los alemanes, que tenía poco que ver con una gran afección por el nacionalsocialismo como idea.
Mientras que el Fascismo es ya un fenómeno histórico que debiéramos analizar sin visceralidad, la actualidad de los nazis es porque sus mismas historias se repiten. El nacionalsocialismo no es más que el penúltimo ataque contra la Iglesia. Ataque que empezó con los gnósticos, sigue con todas las herejías medio-orientales (de inspiración gnóstica muchas de ellas) de los siglos II-VII, se perpetúa en el Islam (conglomerado judaico primitivo no exento de cierto neognosticismo alejandrino), sigue con los cátaros, albigenses y bogomilos (todos ellos gnósticos), se incrusta en el nominalismo ockhamiano, Huyss y Wycliff –precursores de Lutero-, sigue por la Reforma y la Masonería –ambas de inspiración gnóstica-, se continúa en el epifenómeno de éstas –el comunismo-, se intenta con el liberalismo masónico del XIX y luego con el nacionalsocialismo (también gnósticos) y ahora sigue con la New Age y todas sus demás variantes (también gnósticas). ¿Tiene algo de extraño que estos movimientos, todos enhebrados con el hilo del gnosticismo, tengan elementos en común?
Repito a BOS, sin embargo, que el nacionalsocialismo es una creación protestante. Primero porque sus orígenes ideológicos inmediatos están en un partido socialista o socialdemócrata checo inspirado en uan secta husita (protoprotestante). Segundo porque sus orígenes remotos están en la Sociedad Secreta Thule, excisión de los Illuminati, que –como Lutero- eran bien adeptos a los autores gnósticos. Y, tercero, porque sin los votos de los protestantes alemanes (los mismos que aplaudieron la Kulturkampf bismarckiana contra los católicos) el nacionalsocialismo no hubiera llegado al poder. Hitler salió elegido democráticamente y no fue con los votos de los católicos, sino con los votos protestantes. Añado yo ahora que el resurgir de los neonazis en Alemania sucede, precisamente, entre antiguos comunistas de la República Democrática y en los länder de mayoría protestante. ¿No es exactamente lo mismo que pasó en 1933, que los nazis se reclutaban mejor entre antiguos comunistas y protestantes? Concedo a BOS, por puridad en la redacción, que el nazismo no es una creación protestante directa, pero sí se puede afirmar que es una creación protestante indirecta. Es más, le digo al amigo BOS que se encontró hace unos años la Biblia personal de Lutero. Estaba llena de anotaciones en los márgenes. Más del 80 % de los autores que Lutero apuntaba minuciosamente en los márgenes eran autores gnósticos. ¿Le sorprende pues que haya una relación entre el protestantismo y el nacionalsocialismo, ambos de inspiración gnóstica? Una salvedad. El protestantismo hoy día es algo muy amplio. Se puede decir muchas cosas de él, pero las denominaciones evangélicas protestantes tienen poco que ver con este gnosticismo fundamental y originario del protestantismo. Recomiendo el libro publicado por Verbo titulado Sociología del Protestantismo, del chileno Miguel Poradowski, para estudiar este tema en profundidad. Más aún, exactamente como acontecía con las sectas gnósticas de cátaros y albigenses, existe una religión para las masas y otra para la élite rectora. En el caso del nacionalsocialismo las masas vivían en el neopaganismo oficial y oficioso mientras que las élites, como Himmler, como Rosenberg, como las SS, eran de facto gnósticas. En realidad no discrepo con BOS, sino que tenemos que ponernos de acuerdo BOS y yo en qué plano (si el superficial o el profundo) estamos hablando, pero no objeto a sus puntualizaciones.
Puede que a BOS le parezca un exceso que el partido nazi sea una fotocopia del partido checo que se menciona. Evidentemente no me cree, pero yo no invento nada: ¿Por qué BOS no lee el libro de Hans Graf Von Huyn que menciono y luego me repite lo mismo? Hasta la bandera del partido nazi, la esvástica sobre círculo blanco en fondo rojo fue copiado de éste. Hasta el programa del partido fue calcado del anterior. ¿Sigue el amigo BOS sin creerlo? Lea el libro, por favor. La coyuntura política de la República de Weimar fue sólo eso, una coyuntura.
Respecto a Franco y la opinión pésima que el Generalísimo tenía de Hitler ya hemos hablado en A Casa de Sarto. Me remito a posts previos. Cuando hay una guerra uno busca ayuda, literalmente, hasta en el infierno. Franco tenía en muchísima estima a Pétain, y también a Antonescu. Asimismo tenía bastante estima por Mussolini, de quien discrepaba en su algunos puntos de su estatismo. Por Hitler sentía el peor de los desprecios y sabía de la maldad que le inspiraba.
FilipeBS ataca a O Corcunda por decir que «é o esquerdismo onde se enfiou uma ideia racialista... Há dúvidas?!». ¿Hace falta recordarle a FilipeBS que el partido nazi se define como «socialista», que su política –incluído su keynesismo a ultranza- es izquierdista, y que se nutre de tantos ex-comunistas que el 80 % de la SA son antiguos miembros de la Joven Guardia Roja alemana? Los racistas, y racialistas, incluyendo buena parte del pseudonacionalismo portugués, tienen más que ver con las izquierdas en su ataque a la Iglesia Católica, las blasfemias con que se prodigan en la blogosfera lusa, en su empeño estatista (más todavía que nacionalista), en su estúpida visión igualitarista (igualitarismo de raza) y en otras materias que con la derecha clásica (que no liberal) que O Corcunda defiende. También eran comunistas las tropas del Ejército Rojo que sitiaron a órdenes del judío Lenin a los campesinos de origen alemán del Volga en 1921 y mataron a casi 9 millones de personas de hambre. Curiosamente también eran racialistas, con un gran desprecio de alemanes y rusos. Tan racialistas eran que aquellas tropas no se expresaban mayoritariamente en ruso, sino en yiddish. El movimiento ruso Pamiat ha publicado cantidad de evidencia al respecto que deja lugar a pocas dudas. También eran comunistas, los soviéticos, y nazis, nacional-socialistas, los que aplastaron sin piedad a un pueblo católico como el polaco por el que ambos sentían un desprecio enorme. La derecha clásica, burkiana, o los Tradicionalistas como los carlistas en España o miguelistas en Portugal, han tenido pocas veleidades racialistas.
Por lo demás comprendo que FilipeBS discrepe mucho de nuestro blog. Es más, le agradezco de todo corazón su última entrada, por su sinceridad y porque, mucho me temo, que es aquí donde se está el nudo gordiano de toda esta cuestión: «Uma última achega à questão religiosa. Concordo que a Weltanschauung do NS era, nos seus princípios cavernais, anti-cristã. O NS é pagão por Natureza. Compreendo pefeitamente que, num blogue ultra-católico como o «A Casa de Sarto», tal ressurgimente pagão seja confessavelmente odiado. Para os católicos, é realmente esse o grande problema do NS - o desejo da libertação de um cristianismo que oprimia a Germânia há cerca de quinze séculos, e não uma pretensa colagem desse NS a certos princípios socialistas e/ou esquerdistas.
Que os católicos abominem o desejo de libertação de um povo forte como o é o alemão, compreende-se perfeitamente - tal libertação no coração da Europa seria demasiodo danoso para os interesses geopolíticos da Igreja na Europa. Que os católicos disfarcem as verdadeiras causas do seu ódio ao NS sob a capa da acusação de socialismo, é que eu acho condenável e pouco digno. A questão é, portanto, religiosa (dogmátismo/fé) e geopolítica (interesses).»

Es lógico para alguien que defiendo una neopaganización. Pero esa neopaganización no es una liberación. Es el encadenarse de nuevo a la idolatría, a adorar a dioses que no oyen ni ven, que ni siquiera existen. Y es un pecado gravísimo contra el Primer Mandamiento. Claro que, posiblemente, FilipeBS no crea en el pecado. Lo curioso es que, se crea o no en el pecado, cuando nos llega la hora de la muerte todos pagamos por ellos. Católicos, paganos y apóstatas. Todos. Los católicos no odiamos a nadie. Podremos deplorar y rechazar cualquier ideología maligna, como el nacionalsocialismo. Pero lo rechazamos primero porque no hay liberación en una ideología falsa que esclaviza bajo el eje falso de la raza. En segundo lugar lo rechazamos, y no menos, porque va contra la Verdad, que es Cristo crucificado y resucitado, Señor y Rey de la Historia y de las sociedades también. Y, en tercer lugar, porque tenemos derecho a defendernos, y el nacionalsocialismo se dedicó a atacar el Catolicismo. El pueblo alemán fue liberado por los cristianos que lo evangelizaron y ha sido literalmente destruido por los nazis. La única liberación que pudo suceder y no sucedió fue la de Fernando II, que estuvo a punto de derrotar a los protestantes alemanes, pero un maldito Cardenal francés (ciertamente más galicano y francés que Cardenal y católico), llamado Richelieu, se alió con los protestantes suecos para destrozar a los católicos alemanes. Esa si hubiera sido liberación. La otra, la que plantea FilipeBS, ciertamente no. FilipeBS y otros que piensan como él están de suerte en estos días, porque verán a la Iglesia Católica desaparecer, al menos aparentemente … por un tiempo. También Cristo murió. Y al tercer día resucitó. La Iglesia no es más que su Maestro y seguiremos los mismos pasos. Quiera Dios que FilipeBS sea como Longinos, que habiendo lanceado a Cristo mismo, y habiendo abierto su costado por el cual se derramó ya Su Sangre y agua redentoras, arrojó su túnica y se bajó del caballo para buscar a los Apóstoles y abrazar a Cristo en espíritu hasta derramar su sangre por Áquel que es Sacerdote, Profeta y Rey del Universo y de la historia.
Ruego a nuestros lectores encarecidamente que dejen de encasillar A Casa de Sarto en derecha o izquierda o semejantes clasificaciones jacobinas. Este modesto blog nació de la mano de JSarto como defensa de la Iglesia Católica, que es una institución eterna. Precisamente por eso ha alzado la voz contra aquellas tendencias dentro de la Iglesia moderna (mejor modernista) que van en contra de la Tradición, pilar fundamental de la Iglesia. No existen «ultracatolicos», Filipe BS. Existen católicos o no-católicos. Los tibios no son verdaderos católicos. Esto sería como decirle a una mujer que está «un poco embarazada». O está o no está. Que a algunos (nazis, comunistas, liberales, neopaganos u otros) no les guste nuestra posición es perfectamente entendible, pero que nos llamen católicos o no-católicos, porque otra distinción no es posible.
Perdón por la extensión del post. Personalmente no puedo seguir con todo esto pues tenemos muchas más cosas, y más importantes, de las que hablar. Diré algo que me sorprende, sin embargo. ¿Cómo es posible que una entrada mía sobre la oposición del nazismo y el catolicismo genere más discusión que otra –más larga y meditada- sobre el iberismo donde llego a hablar de las esencias de Portugal y España? ¿Tan verdaderamente mal estamos que nos importan más las afirmaciones anti-algo ajeno que las afirmaciones positivas sobre algo que es nuestro? Y, lo que viene maravillándome y le maravillaba a nuestro recordado Jacobo San Miguel, ¿cómo es posible que lo que tiene que ver con política suscite más interés en los tiempos que corren que lo que aquí se comenta sobre religión? Claro que Jacobo San Miguel era lector acérrimo de Castellani, como mi hermano JSarto, al que prometo traer esos libros del Padre Castellani cuando vuelva de Argentina, Patria hermana a la que voy si Dios quiere la semana que viene, y desde la que prometo mis impresiones de viaje a nuestros lectores de A Casa de Sarto.

Rafael Castela Santos

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