segunda-feira, agosto 29, 2005

Padre Basílio Meramo

O Rafael publicou e dedicou-me dois textos de autoria do Padre Basílio Meramo, que não pude atempadamente comentar e agradecer, pelo que supro tal falha com a publicação destas palavras.

Tive a honra de conhecer tão ilustre sacerdote durante o tempo em que serviu os priorados portugueses da Fraternidade de São Pio X, entre finais do ano de 2003 e meados do corrente ano de 2005: exímio sabedor das Sagradas Escrituras, especialmente do livro do Apocalipse, senhor de um profundo domínio da doutrina católica, e de uma imensa erudição - foi através dele que soube da existência de autores tão diversos como Cornelio A Lapide ou Nicolás Gómez Dávila, e que aprofundei o meu saber acerca de Leonardo Castellani e Júlio Meinvielle -, impressionou-me o mesmo, acima de tudo, pela convicção sem compromissos com que sempre defendeu a tradição cristã, numa radicalidade - no bom sentido da palavra - nem sempre bem compreendida por todos os fiéis, e até pelos seus directos superiores hierárquicos. A sua pregação, algo agreste para os menos precavidos, escondia afinal um homem de uma grande simpatia e afabilidade.

Não oculto que muito do que aqui tenho escrito o foi sob influência mediata do contacto intelectual que mantive com o Padre Basílio Meramo, pelo que em parte este espaço também lhe pertence, sendo por isso uma enorme honra albergar n"A Casa de Sarto" dois textos de sua lavra, que em boa hora o Rafael - também ele um grande amigo do Padre Basílio - se lembrou de publicar e imerecidamente me dedicar. De qualquer maneira, o meu muito obrigado!

JSarto

Ataque a la Tradición en Fátima


Ataque a la Tradición en Fátima

El blog Traditio in Radice es una prueba más de que lo mejor de la información se puede encontrar en los blogues a día de hoy.
Acerca de la multitudinaria peregrinación tradicionalista en Fátima los durante los días 20 al 22 de Agosto del 2005 este blog hermano proporciona información de primera mano con profusión de fotografías a la que nos remitimos fehacientemente. También John Vennari, de Catholic Family News, se ha hecho eco del ataque sufrido por la Tradición en Fátima.
Ruego encarecidamente a todos los blogues amigos y simpatizantes y todas las páginas web próximas a la Tradición para que, por favor, citen este post. Es preciso dejar constancia de ciertos hechos, sobre los que la prensa portuguesa ha mentido, y poner en su sitio a los responsables de la Basílica de Fátima. Los hechos les califican.
A Casa de Sarto ha estado recabando información de primera mano acerca de esta peregrinación que ha corroborado y contrastado deebidamente. Dado que la prensa portuguesa se ha hecho eco (sesgadamente en algunos casos) de los acontecimientos allí surgidos, queremos desde A Casa de Sarto hacer las siguientes puntualizaciones:
1) Fue una Peregrinación organizada por la Hermandad de San Pío X cuyo motivo era la reparación por los ultrajes sincretistas perpetrados en Fátima, como el uso del recinto sagrado por los hindúes, del cual ya dimos cuenta en A Casa de Sarto. A esta Peregrinación internacional asistieron 2500 fieles de varias docenas de países.
2) Las pruebas de que esta Peregrinación tenía el consentimiento de la Iglesia oficial y de la Basílica de Fátima son:
a. El Padre Anglés, SSPX, había comunicado esto en Roma, donde aceptaron la Peregrinación, pero no la celebración de una Misa Pontifical en la Basílica de Fátima por ningún Obispo de la Hermandad, que se celebró en un solar a las afueras de Fátima. La razón argüida por un destacado miembro de la Curia Romana que se opuso a que los Obispos de la Hermandad de San Pío X celebraran dicha Misa es “porque están técnicamente excomulgados” (sic). Hasta ahora habíamos creído que alguien estaba excomulgado o no estaba excomulgado, pero lo de la “excomunión técnica” es de una puerilidad que ni la diarrea verbal de la Roma modernista es capaz de acomodar.
b. El Padre Marat, Superior de la Hermandad de San Pío X en Portugal, mantuvo contactos con el Rector de Fátima, Monseñor Guerra. Como conclusión de dichos encuentros se remitió un fax desde la Casa Madre de la Hermandad de San Pío X resumiendo lo allí acordado. Al no haber réplica a dicha comunicación, donde la Hermandad aceptó los horarios, itinerarios y lugares propuestos por el Rectorado de Fátima, Monseñor Guerra aceptó tácitamente lo hablado (y que imaginamos dio parte a la Autoridad Eclesiástica portuguesa).
c. La otra prueba es que esta Peregrinación tenía status official, corroborado por el hecho de que los días 20 y 21 de Agosto tal Peregrinación organizada por la Hermandad de San Pío X estaba en el tablón de anuncios de la Basílica de Fátima, sito a la entrada de la misma.
3) La Misa Pontifical y las conferencias fueron un rotundo éxito. A la Misa Pontifical se unieron varios cientos de peregrinos y transeúntes que no tenían vinculación especial con la Hermandad de San Pío X ni con la Tradición. Hubo un ciclo de conferencias en cuatro idiomas con un público ávido. La proclamada en español por el Padre JM Montagut fue una prueba contundente de que el Mensaje de Fátima dista mucho de ser sincretista o ecumenista, antes bien todo lo contrario. La Santísima Virgen en Fátima hizo una afirmación de la pureza e integridad de la Doctrina Católica.
4) Durante la Procesión de la Tradición a la Capelinha de las Apariciones se dio una impresionante muestra de piedad. Tal fue el hecho de que antes y después de los incidentes varias docenas de católicos aplaudieron e incluso alguno se incorporó a la Procesión. Gritos espontáneos como “Lefebvre, bem, bem!” fueron coreados en múltiples ocasiones.
5) Cuando la Procesión llegó a la explanada las vallas que normalmente ordenan el tráfico ordenado de los fieles (tampoco era mucho porque Monseñor Guerra había puesto todo género de dificultades a la hora, y se hizo coincidir la multitudinaria Procesión con el cenit del sol de justicia en Fátima ese día 22, a eso de la 1 de la tarde, hora típica del almuerzo para los portugueses) no sólo no estaban dispuestas sino que obstruían la entrada. Dos individuos de la seguridad privada de la Basílica exigían una autorización escrita (que en su descortesía Monseñor Guerra no había remitido, pero tampoco había contestado al fax de la Casa Superior de la Hermandad de San Pío X). El P Marat y el Secretario General intentaron explicarles a estos dos sujetos la situación al tiempo que un buen hombre, un encargado importante de la Basílica, se acercó a ellos y les dijo que permitieran el paso a la Procesión inmediatamente. Así hizo y la Procesión procedió hacia la Capelinha.
6) Primera provocación del tal Guerra. Llegados a la Capelinha y comenzado el rezo del Rosario allí, se personaron varias señoras de la limpieza, cosa inusual durante ningún acto programado, a quienes habían ordenado limpiar la Capelinha con sus aspiradoras. Dado el ruido de dichos electrodomésticos los casi tres mil fieles aumentaron el tono de su voz y se continuó con el Santo Rosario.
7) Segunda provocación del tal Guerra. Un Sacerdote, que pretendía ocultarse en la zona trasera de la Capelinha, envía a tres monjas al micrófono del atril principal de la Capelinha a rezar el Rosario e interrumpir el Rosario de la Procesión. Una de las monjas, la más obesa de las tres, dice “Eu, o Terço, eu!”. Los fieles tradicionales vuelven a incrementar el tono de voz y el Rosario continua sin problemas.
8) Tercera provocación del tal Guerra. No satisfecho con esto el Sacerdote de marras agarra varios manuales de cantos litúrgicos modernistas y se los da a las monjas y les insta a que canten. Cantar es un decir, porque más bien el pobrecito trío de monjas gañían desesperadamente, micrófono en ristre tratando desesperadamente de interrumpir a casi tres mil fieles que cantaban polifonía, gregoriano y rezaban perfectamente en Latín. Nos hubiera gustado saber si las pobrecitas religiosas toman clases de canto directamente de los cuervos, o bien de las gaviotas (o de AC/DC) y, créanme, que en cualquier Parroquia tradicionalista, por humilde que sea, siempre hay un par de voces, si no un coro hecho y derecho, donde con sumo gusto se les instruirá en los más elementales conocimientos de música.
9) Como entre casi tres mil siempre tiene que haber uno que yerra, el oficio de yerrador correspondió en esta ocasión a un Hermano (no Sacerdote, como la prensa portuguesa tendenciosamente indica, y la diferencia es sustancial) de los Redentoristas Transalpinos (no de la Hermandad de San Pío X, como la prensa portuguesa, previsiblemente a sabiendas, miente), sitos en las Highlands escocesas. El Hermano actuó de motu propio, de lo que hay constancia, se acercó a las monjas y les quiso arrebatar el micrófono (en ningún momento les quiso agredir, como la prensa portuguesa afirma falazmente). Varios sujetos de la seguridad privada se abalanzaron sobre el Hermano y varios jóvenes franceses y estadounidenses reaccionaron automáticamente en defensa del Hermano. Afortunadamente el Obispo hispanoargentino Monseñor Alfonso de Galarreta se levantó y pidió calma a todos y ordenó al Hermano que volviera a su sitio y todas las aguas volvieron a su cauce. En la parte de atrás de la Procesión y en las zonas laterales varios portugueses no tradicionalistas afearon a las monjas y a los guardas de seguridad por su actitud.
10) Cuarta provocación del tal Guerra. El Sacerdote modernista que se ocultaba en la zona de atrás de la Capelinha había sido filmado en todo momento por uno de los fieles. Dicho Sacerdote ordenó a los guardas de seguridad que le quitaran la cámara al joven que había estado filmando toda la sucesión de incidentes provocados por este Sacerdote que no era capaz de dar la cara y que, consciente de que estaba siendo filmado, no hacía más que ocultar su cara. El joven fue golpeado por los guardas de seguridad y necesitó atención médica en uno de sus codos por los golpes recibidos y su videocámara fue destrozada. Afortunadamente la grabación pudo preservarse y existen otros testimonios gráficos de todo lo que allí aconteció.
11) Quinta provocación del tal Guerra. Ante el fracaso obvio de las tretas expuestras supra, que el Rosario seguía pese a todos los contratiempos y que se estaba obteniendo lo contrario de lo previsto, verbigracia, la adhesión espontánea de los no tradicionalistas, se puso a toda potencia la megafonía de la Basílica, como los vecinos de Fátima no recuerdan jamás. Tal era la contaminación acústica que hubo quejas de varios vecinos de Fátima. La Procesión contaba con una megafonía móvil que hubo que poner a plena potencia, y que con los casi tres mil fieles, todavía servía para terminar el Rosario que ya se acercaba al final.
12) Sexta provocación del tal Guerra. Alguien, portando un equipo electrónico de alta tecnología del tipo usado por departamentos especiales de la Policía y los Servicios Secretos, se acercó a donde estaba la megafonía portátil de la Procesión de la Hermandad de San Pío X y anuló la señal electrónica que estos equipos portátiles suministraban. Esto neutralizó completamente la megafonía de la Hermandad y el Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María hubo de ser hecho en voz baja y sufriendo las inclemencias de la megafonía de la Basílica con el volumen al máximo.
13) Séptima provocación del tal Guerra (la provocación de los ruines y miserables). Un grupo que no llegaba ni a cuarenta peregrinos alemanes se acercó al caer la tarde a rezar a la Capelinha, privadamente. Iban acompañados, a título privado, por algunos Sacerdotes de la Hermandad de San Pío X, que siempre van de sotana. La seguridad de la Basílica les impidió el paso y les trataron descortesmente, con desprecio y cinismo.
14) Es previsible que la Voz de Fátima, boletín oficioso de la Basílica, férreamente controlado por Monseñor Guerra, intoxique durante las próximas semanas sobre este particular. A Casa de Sarto ha querido dejar constancia, tras indagar, corroborar y comprobar lo allí acontecido, de los hechos allí ocurridos.
15) Conclusiones:
a. Fátima está en manos de enemigos de la Religión Católica, que quieren pervertirla y adulterarla. Monseñor Guerra es su cabeza visible y parece contar con la aquiescencia de esos “perros mudos”, por utilizar la terminología paulina, -cuando no abiertamente cómplices- en que se han convertido los Obispos portugueses.
b. El sumatorio de los hechos (la cesión del templo para una ceremonia de paganos hindúes, la organización de Fátima como una Basílica interecuménica y el ataque taimado contra la Tradición) demuestran a las claras la verdadera intención de la Iglesia modernista, personificada en el tal Guerra.
c. El objetivo de la Peregrinación y Procesión se cumplió enteramente: Rezar y hacer penitencia como reparación por los ultrajes de los paganos hindúes y el ecumenismo sincretista que se quiere imponer desde allí. Se completó el Rosario contra todo pronóstico y se hizo la Consagración, aunque esta última no se pudiera oír por parte de los fieles que allí asistieron.
d. Mientras que los templos del mundo católico los fieles son mayoritariamente ancianos, la Tradición exhibió en Fátima sus más contantes y sonantes promesas: familias numerosas, Sacerdotes jóvenes y una edad media muy baja. El modernismo es muerte en todos los sentidos, espiritual y corporal. La Tradición, como quiera que se mire, es vida.
e. La adhesión espontánea de muchos portugueses de a pie, gente sencilla testigos presenciales de todo lo ocurrido, dice que la Tradición atrae por su propia presencia, como era de esperar. El Bien, además de ser bueno, es bello y atractivo. Este fue el factor sorpresa para los fieles Tradicionales y la bala que salió por la culata al Rector de Fátima y sus secuaces.
f. Es preciso iniciar un movimiento de abajo a arriba en la Iglesia portuguesa y universal que reclame el cese del tal Guerra como Rector del Santuario de Fátima. Es preciso denunciar sus pompas y sus obras. La Iglesia portuguesa se nutre económicamente de Fátima en una gran parte. Lamentablemente los Obispos portugueses, muy olvidados de Dios, tienen a Mammon (alias dinero) por su principal preocupación. Si empezamos una red de sabotaje de limosnas a Fátima y conseguimos que disminuya notablamente el dinero que el Episcopado portugués recibe vía Fátima, la petición de cese de Guerra y que se ponga al frente del Santuario un Rector probo en Fe y en Doctrina será facilitada. Si todo ese dinero que va a Fátima lo derivamos a la Tradición, a movimientos como la Hermandad de San Pío X o el fenomenal apostolado del Padre Gruner será mucho mejor todavía.
g. No olvidemos jamás que, pese a todos los pesares, la Virgen María y su Santísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, triunfarán. Pero pongamos todos los medios para facilitarles la tarea, como lo que se acaba de sugerir. Pero, por encima de todo, confiemos en la oración que mueve montañas, y hagamos mucha penitencia y mucha reparación (limosnas, obras de caridad, ayunos, abstinencias, etc.) para que Rusia sea consagrada al Inmaculado Corazón de María y para la conversión de los pecadores. Nuestras armas son, por encima de todo y primariamente, sobrenaturales.


Rafael Castela Santos

Bioética, Pessoa e Direito y Arbil

La revista Arbil, que ya ha recibido varios enlaces desde A Casa de Sarto en el pasado, vuelve a la carga sobre el fundamento filosófico y ético ontológico del nasciturus en este texto que aquí recomendamos. Por supuesto que en este número de Arbil, ya próximo al centenar, hay otros muchos artículos de interés.
A Casa de Sarto ha sido pionera (junto con Nova Frente) en los blogues con colaboración luso-española. Parece que esa feliz colaboración ibérica (que ciertamente no iberista) alcanza ahora la luz de la imprenta. Bigotte Chorão nos brinda un texto sin desperdicio, profundo y bien meditado haciendo énfasis en el estatuto de persona del embrión humano. Es bueno que nueva sangre dé vida a esta fecunda colaboración de todos aquellos españoles y portugueses para quienes la piedad hacia la Patria y la Piedad hacia el Dios Único y Trino son las razones de nuestro existir y nuestro vivir.
Para un convencido de que todo lo bueno que amalgaman las dos naciones ibéricas debe ser hoy día expresado en un frente común pues la misión encomendada es la misma. Y no sólo a nosotros, sino también a las naciones hermanas allende el Atlántico.
Como para muestra vale un botón, aquí queda constancia de ello:

“A definição do estatuto ético do embrião impõe outra consideração, aliás, estreitamente ligada à do parágrafo anterior.
De um modo geral, como se referiu, é exigido ao homem, se quer proceder rectamente na esfera moral, que aja de um modo racional, em conformidade com os imperativos decorrentes da sua natureza. Ora, desta exigência fundamental deriva, como forçoso corolário, que o sujeito moral deve ter em conta os seres com que se relaciona e tratá-los segundo a respectiva natureza e os fins ínsitos nela. Rosmini, discorrendo sobre a fundação da ética, alude à necessidade de “riconoscere l’essere nell’ordine suo” e formula, a propósito, o seguinte incisivo princípio: “Ama l’essere dovunque lo conosci, in quell’ordine ch’egli presenta alla tua intelligenza”.
Pois bem, aplicando esta doutrina ao nosso problema, resulta o dever de advertir a presença de ser embrionário e de o respeitar como pessoa humana (mesmo no caso de eventual dúvida acerca da sua identidade pessoal).
Esse respeito tem de entender-se num sentido forte, que inclui, não apenas o dever de não causar dano (neminem laedere), mas também o de dispensar, positivamente, ao conceptus, a atenção e os cuidados que ele merece, atentas a sua natureza e dignidade, bem com as circunstâncias particulares da sua extrema fragilidade e vulnerabilidade. Cabem aqui, os imperativos da justiça (suum cuique tribuere) e do amor de benevolência.
A natureza humana tem, assim, como se vê, uma dúplice relevância como critério de normatividade, ao referir-se ao próprio sujeito da acção e, também, no nosso caso, ao ser embrionário. A conduta ilícita (p. ex., a occisão de embriões) será contrária à natureza de um e de outro.”

Mário Emílio Forte Bigotte Chorão

Rafael Castela Santos

sexta-feira, agosto 26, 2005

Poniendo los puntos sobre las íes (y 2)

Texto completo aquí, de nuevo dedicado a JSarto.


Vida cristiana sus leyes y principios



Toda la espiritualidad cristiana reposa sobre la Cruz, no lo olvidemos; por la Cruz se restablece la unión y armonía con Dios y se abren de nuevo las puertas del Cielo.
El Santo Sacrificio de la MISA, que es la renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz, está así en el centro y en el corazón mismo de la espiritualidad cristiana. El significado profundo de la Cruz y de su prolongación en la Santa Misa está hoy prácticamente olvidado. Prueba de ello, es la concepción protestante, de la Nueva Misa, la cual conlleva a la pérdida de la fe paulatina pero eficazmente.
Por la fe entramos en posesión de Cristo. Por la fe se opera el contacto con Cristo: “Sólo aquellos lo recibieron, quienes creyeron en su nombre” (Jn. 1 12). Con la disminución de la Fe, se disminuye nuestra posesión de Cristo. Toda la Revelación está contenida en el testimonio que Dios Padre nos da, diciéndonos que Jesús es su Hijo.
La enseñanza de los Apóstoles y de la Iglesia se resume en la Revelación de Jesucristo. Quien cree en la divinidad de Cristo acepta en consecuencia de un solo golpe todo eso que Dios ha revelado de sí mismo y personalmente en su Verbo Encarnado.
La función primordial de la Fe, base de nuestra vida espiritual, es adherir a Cristo, que es la Revelación (el Verbo) del Padre. Nosotros recibimos a Nuestro Señor Jesucristo por la Fe primeramente y nos identificamos a El por el amor y la fidelidad. Si se disminuye la Fe, disminuye nuestro contacto con Cristo y nos hacemos infieles. Jesucristo es el Verbo Encarnado, el Verbo expresa todo lo que Dios es y todo lo que El conoce.
Se comprende así, cómo la Fe en Jesucristo es el fundamento de la vida espiritual y hoy la Fe se pierde destruyéndose hasta en su más profundo misterio: el Mysterium Fidei (el Misterio de Fe) que se condensa en la Santa Misa, y que ha sido tergiversado con la Nueva Misa. La Nueva Misa es la adulteración y corrupción más sacrílega del culto católico.
Digámoslo brevemente, la Nueva Misa postula los principios de la Cena protestante. Ellos son la concepción protestante de la Cena en lugar del Sacrificio, y del Sacrificio Propiciatorio, en especial. La concepción protestante de la presencia real, puramente espiritual, en contra de la concepción católica, de la Presencia Real Corporal de Nuestro Señor (presencia en Persona, presencia substancial de toda su Persona sacramentalmente realizada por la transubstanciación). La concepción protestante del presidente de la asamblea en contra de la concepción católica de la sacramentalidad del sacerdocio (ministerio sacramental del sacerdocio), el cual es Otro Cristo» “alter Christus» sacramentalmente, quien ofrece de modo sacramental el Sacrificio realizado sacramentalmente.
La concepción protestante de la falta de valor intrínseco del sacrificio (acción sacrificial) que se realiza por la acción sacrificial misma (ex opere operato), por la fuerza de la misma operación que realiza el celebrante, por la doble consagración (del pan y del vino).
Toda ella (la Nueva Misa) lleva a la pérdida de la Fe, de la realidad del sacrificio y al olvido de la Cruz. Se pierde la espiritualidad cristiana que se basa en el Misterio de la Cruz de Nuestro Señor. Se pierde la quintaesencia de la vida cristiana: muerte al pecado para resucitar con Cristo y estar así en comunión con la Santísima Trinidad. El olvido de la antítesis cristiana muerte-vida nos lleva a un Cristianismo sin Cristo, a una Cristiandad sin Cruz, a un Cristianismo Gnóstico, Ecuménico y Sincretista.
Se eclipsa el ideal de vida cristiano, que está expresado por el sacrificio y la abnegación. Ideal que considera que el hombre vive en la tierra para merecer el Cielo, por medio del sacrificio y la abnegación, que están sublimemente expresados en Cristo crucificado.
Con el eclipse de la fe (y de la Iglesia, De labore solis) surge de nuevo el ideal de vida pagano, para el cual el hombre vive en la tierra para gozar. Por eso para el mundo moderno todo es comodidad y placer, rechaza violentamente toda noción de dolor, de sufrimiento, de sacrificio y abnegación, rechaza en definitiva la Cruz.
El mejor antídoto contra el mundo moderno es la Santa Misa pues destruye el falso ideal de comodidad y placer del mundo moderno, pues nos sumerge en el misterio de la Pasión y Muerte de Cristo Redentor.
El Santo Sacrificio de la Misa sintetiza el espíritu cristiano, la Cruz nos recuerda nuestra condición de cristianos. La Santa Misa que es la renovación incruenta sobre el altar del Sacrificio de la Cruz sobre en el Calvario, es el centro y el corazón de la vida cristiana, es la fuente de la piedad cristiana.
Nuestra asimilación debe ser a Cristo, configurándonos a El, a su Cruz, a su Sacrificio, para resucitar con El.
Una asimilación al mundo moderno como quiere el Vaticano II es una inversión del espíritu de Cristo y de su Iglesia, es una inversión de la santificación y espiritualidad de la Iglesia, es en definitiva, una apostasía, como la que hoy impera.

P. Basilio Méramo

(RCS)

Peregrinaçäo da Fraternidade de Säo Pio X a Fátima

O excelente "La Porte Latine" publica uma completíssima reportagem sobre a peregrinaçäo de reparaçäo da Fraternidade de Säo Pio X a Fátima: para quem nela näo pôde estar presente, aqui fica o relato pormenorizado de tudo o que ocorreu na memorável jornada dos passados dias 20, 21 e 22 de Agosto, devidamente ilustrado por múltiplas fotografias.

JSarto



quinta-feira, agosto 25, 2005

Poniendo los puntos sobre las íes (1)

Dedico este texto, que se puede encontrar íntegro aquí a mi amigo JSarto, extraordinario anfitrión ya va para año y medio largo en estos lares lusitanos de A Casa de Sarto y verdadero hermano en la Fe y cómplice en gustos, inclinaciones y preferencias.
Estoy seguro que gustará de él, aunque presumiblemente ya lo conoce.

Rafael Castela Santos


Vida cristiana sus leyes y principios

La vida cristiana (católica) tiene sus principios básicos y sus leyes fundamentales. La decadencia de la vida espiritual de los fieles y del pueblo católico se debe en gran parte al olvido, cuando no al abandono de los principios de las leyes más elementales (básicas) de la vida cristiana.

El ideal de santidad se ha perdido cuando no tergiversado, o invertido. Digo, cuando no tergiversado o invertido por razones graves y profundas. Hoy, contrariamente a lo que siempre se ha dicho y creído, se piensa y dice todo lo contrario en materia de vida espiritual. La santidad hoy ya no implica necesariamente un doble elemento: uno de separación y otro de unión.
Separación del mundo (las cosas creadas y efímeras de esta tierra) con la renuncia de nuestros apetitos y afectos desordenados. La naturaleza de las cosas espirituales y sobrenaturales lo exigen así. No se aproxima uno a Dios, si no es alejándose (separándose) de todo lo creado, esto es des­pren­diéndose con generosidad y espíritu de renuncia mediante un sano desasimiento de todo lo que no es Dios.
Hoy se mezcla con vano optimismo Mundo e Iglesia, mundo y vida sobrenatural, mundo y cristianismo, se los lleva a una identificación prometiéndonos el Paraíso en la tierra. El hombre o la humanidad parece no distinguirse de la Iglesia. A tal punto de hacer de la humanidad, la Iglesia, esto es: el Pueblo de Dios. La Iglesia concebida como pueblo de Dios es la Iglesia identificada con la Humanidad, con el Mundo. La Iglesia como Pueblo de Dios estaría formada por todos los hombres, gracias a la unión de Dios con cada hombre por el mismo hecho de la Encarnación. Esto lo dice Karl Rahner, pseudo-teólogo, que tuvo mucha influencia en el Concilio Vaticano II, entre otros pseudo-teólogos progresistas, que invadieron con sus errores el Concilio, haciendo prevalecer la concepción modernista.

San Pablo nos advierte y exhorta: “No queráis conformaros con este siglo” (Rom 12,2). Lo cual se opone dia­me­tralmente a la divisa progresista y mo­dernista del aggiornamento o configu­ra­ción de la Iglesia con el Mundo mo­derno.
Nuestro Señor, deja establecido el abis­mo insondable entre El y el mundo, entre la Iglesia (Cuerpo Místico de Cristo), prolongación de su Encarnación, y el mundo; pues como dicen las Escrituras “el mundo no le conoció” (Jn 1, 10); además Nuestro Señor mismo ex­cla­mó: “no ruego por el mundo sino por estos que me diste, porque son tuyos” (Jn 17, 9).
La respuesta del mundo no ha sido menos tajante frente a los Apóstoles y discípulos de Nuestro Señor: “El mundo los ha aborrecido porque no son del mundo, así como Yo tampoco soy del mundo” (Jn 17, 14). La incompatibilidad y oposición entre Iglesia y mundo queda bien establecida, bien que en otro pasaje se dice: “Amó tanto Dios al mundo que dió su Hijo Unigénito” (Jn 3,16), pues como es evidente aquí el término mundo está tomando en otro sentido, refiriéndose a los hombres pecadores, que son todos los hombres y que El vino a Redimir, todo lo cual está expresado por las palabras que siguen: “a fin de que todos los que creen en El no perezcan”.
La misión de la Iglesia será siempre la de convertir al mundo, asumiéndolo el mundo para elevarlo y sobre­na­tu­ra­lizarlo en la Iglesia y no para que la Iglesia se convierta al mundo secu­la­rizán­dose, como pasa hoy, gracias al modernismo reinante dentro de la misma Iglesia. Hoy se confunde sin distinción ni matiz alguno, entre asumir y asimilar, de ahí el grave error de querer asimilarse al mundo que anima el progresismo actual dentro de la Iglesia. Nuestro Señor asumió la carne humana, pero no se con­virtió (o asimiló) en carne humana. La Iglesia debe hacer lo mismo, asumir el mundo, para que el mundo se convierta en Iglesia y no que la Iglesia se asimile al mundo y se convierta en mundo.
Tenemos que ir, mejor dicho, volver (o retornar) a la esencia del cristianismo, a sus principios y a sus leyes más elementales, para no ser absorbidos por el error modernista en su propósito de secularización e identificación de la Iglesia con el mundo moderno.
Toda la espiritualidad de la Iglesia se edifica sobre el evento más fundamental del cristianismo: la Muerte y Resurrección de Jesucristo, siguiendo a San Pablo. Para el mundo y la Iglesia hay un hecho histórico de absoluta importancia: Jesucristo muerto y resucitado. La vida cristiana se presenta así como una participación en la muerte y la resurrección del Salvador. La vida espiritual del católico es así una prolongación en cada uno de nosotros del doble aspecto del misterio de Cristo, de su muerte y el de su resurrección.
Todo el cristianismo, como dice el Padre Philipon, en su libro “La Doc­trina Espiritual de Dom Mar­mion”,­ se reduce a este mismo misterio de muerte y de vida de Nuestro Señor Jesucristo.
La Santidad de la vida cristiana es­tá sintetizada en este doble aspecto del misterio de Cristo: su muerte y su resurrección.
El ritual del Bautismo, lo expresa también así, señalando la antítesis entre la muerte y la vida. El Bautismo nos hace morir sacramentalmente con Cristo, lo cual está simbolizado en el rito oriental católico, por la triple inmersión en el agua, representando los tres días que permaneció Nuestro Señor Jesucristo en el sepulcro para resucitar después con El, en una vida nueva en la gracia.
La muerte y la vida constituyen las dos fases correlativas y complementarias de toda la vida cristiana. Muerte con Jesús al pecado, a las imperfecciones y a nosotros mismos, para después resucitar con Cristo a una vida nueva, en la gracia con Dios. La santidad (perfección cristiana) está dada por la muerte al pecado y a todo lo que conduce a él. Los grados de la muerte al pecado marcan la medida misma del progreso en la vida de la perfección que se ca­racteriza por el grado de unión con Dios Uno y Trino.
El pecado es el gran obstáculo a la unión divina, es una ofensa al Amor divino. La muerte al pecado consiste en morir a sus causas que son: el demonio, el mundo y la carne, los cuales representan nuestra triple concupiscencia: la de la carne (placer y sensualidad), la de los ojos (riqueza, avaricia y poder) y la del orgullo de la vida (soberbia, orgullo y amor propio). La triple concupiscencia corresponde al triple desorden, causado por el pecado original.
El hombre estaba en perfecta unión y armonía con Dios, consigo mismo y con las cosas, gracias a la Justicia Original, o estado de inocencia primigenia en que fue creado Adán.
El hombre estaba en unión y armonía con Dios a través de su inteligencia y voluntad (facultades superiores del alma humana) que estaban sometidos a Dios por la gracia santificante. Esto era la rectitud de la mente a Dios y de esta rectitud superior derivan las otras dos rectitudes inferiores.
El hombre estaba en unión y armonía consigo mismo, las pasiones y apetitos inferiores del alma estaban sometidas a la razón, el hombre no estaba dividido como hoy entre su espíritu y la carne.
Por último, la armonía y unión de su cuerpo y alma. El cuerpo sometido al alma era inmortal y a través del cual el hombre gozaba de las cosas exteriores que conforman el mundo animal, vegetal, mineral, sobre lo cual dominaba pacíficamente, pues nada le era desconocido ni adverso.
El pecado original produjo una triple ruptura ocasionando así un triple desorden, las tres concupiscencias: de la carne, de los ojos y la del espíritu.
De aquí que la regeneración del hombre pecador pasa por el espíritu de pobreza, de castidad y de obediencia. La pobreza para contrarrestar el desorden frente a las cosas materiales exteriores al hombre. La castidad para restablecer el desorden interior del hombre con sus apetitos y pasiones carnales contra la razón. La obediencia para restablecer el sometimiento de la voluntad a Dios.
Las órdenes monásticas hicieron, así, el triple voto de pobreza, castidad y obediencia, para asegurar el camino de la perfección cristiana.
Los fieles no son monjes, y si no hacen votos de castidad, pobreza y obediencia, deben al menos tener su espíritu, so pena de no ser verdaderos católicos y quedarse con una apariencia de religiosidad cristiana, es decir, fariseísmo puro. Quien no tiene espíritu de pobreza, de castidad y de obediencia, está adherido al mundo, ama las cosas de este mundo desordenadamente, vive para el mundo y es de este mundo. Los verdaderos católicos no son del mundo, el católico no vive para el mundo, sino para Dios y su Iglesia en Cristo Jesús.
Bajo la influencia de la literatura, del cine, de la radio, de la televisión, etc., y de toda una atmósfera de civilización pagana, nuestras mentes modernas han perdido el sentido del pecado, el pecado no causa ya el horror ante su fealdad, corrupción y malicia.
Y la razón más profunda de ello viene del hecho de que nosotros ya no tenemos el sentido verdadero de Dios, de lo que es Dios. Si nos olvidamos de Dios perdemos el sentido de la gravedad del pecado que nos separa de EL.

P. Basilio Méramo

(RCS)

segunda-feira, agosto 22, 2005

Estive em Fátima

Estive em Fátima. Eu e mais alguns milhares de peregrinos católicos tradicionais vindos um pouco de todo o mundo. De Portugal à Ucrânia, da Argentina às Filipinas, da Itália à Estónia, passando pelos inevitáveis Estados Unidos e França. Para tranquilidade do Rafael, acrescento que a Espanha esteve bem representada por um grupo constituído essencialmente por novíssimas e devotas moçoilas carlistas.

Foi emocionante constatar que a Missa de rito latino-gregoriano, mesmo em condições físicas menos adequadas como são as de uma celebração ao ar livre, se caracteriza sempre por uma atmosfera de elevada espiritualidade e intensa adoração divina, devidamente fortalecida pela música de órgão e pelo canto gregoriano, tudo bem distante dos ajuntamentos de massas típicos da Igreja modernista e dos seus cortejos de histerias, abusos e extravagâncias de todos os tipos.

Foi edificante ouvir a homília de Monsenhor Bernard Fellay, própria de um Bispo que se mantém integralmente católico: centrando-se na mensagem de Fátima, relembrou a necessidade sistemática que o homem tem de se penitenciar do pecado como forma, conjuntamente com a oração, de garantir a salvação para a eternidade.

Foi magnífico verificar que a tradição continua viva e pujante, e que a mesma não renuncia ao seu combate na defesa da verdade católica.

JSarto

sexta-feira, agosto 19, 2005

Mañana todos en Fátima

Aunque ya ha sido anunciado en este mismo blog un poco más abajo, la concentración de católicos fieles a la Tradición que se congregará en Fátima va a ser impresionante. Venidos de al menos docena y media de distintas naciones, y de todos los continentes, la Hermandad de San Pío X ha organizado tres días de conferencias, Misas y oraciones que no tienen desperdicio. En Fátima, concretamente en el Hotel Santo Amaro, los fieles se dividirán para escuchar en alemán, español, francés e inglés –según el idioma que cada uno sepa o pueda-, una vez más, la necesidad de conversión que este mundo moderno tiene y de la cual la Santísima Virgen dejó su más precioso testimonio en Fátima.
Fátima es, ante todo, una llamada a la conversión, a la penitencia y a la oración. Al rezo del Santo Rosario en particular, pero también a las devociones marianas y a las devociones por los Santos Ángeles, custodios de cada uno de nosotros, pero también de cada una de nuestras Patrias. Fátima es una poderosísima llamada para que se cierre de una vez por todas con la vuelta a Roma de los cismáticos ortodoxos. Para ello la Virgen dio la puerta que abriría las Gracias del Cielo: la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María. De esa manera los extremos de Europa (España y Portugal por un lado y Rusia por otro) tendrían una conexión especial mariana en origen y vocación. Roma tiene la clave para desenredar este horroroso laberinto en que el mundo está metido. Y esa clave no es más que la de volvernos a Dios a través de María. Pero Roma debe ejecutar, de una vez por todas, el deseo de la Santísima Virgen de serle consagrada la Rusia eterna, esa de la que todavía Solzhenitsyn nos habla y da fe.
El cisma de Miguel Cerulario no acabó con la devoción mariana en Rusia, profundamente arraigada entre las clases populares. Es hora de que todos volvamos a ser un solo rebaño y un solo Pastor.
Los portugueses y españoles más cercanos a Fátima todavía pueden animarse a ir hasta Fátima a hacer reparación por los muchos pecados públicos que afligen a la Cristiandad y para impetrar la vuelta a Cristo de las naciones otrora cristianas.
Roma tiene la última palabra para desfacer este entuerto.
Entre tanto, los que por motivos geográficos, laborales o los que sea, no podemos estar en Fátima, deberemos estar más unidos que nunca en oración y espíritu a las Santas Misas que se dirán estos días en Fátima.
Que el rezo del Rosario sea nuestro eje cotidiano del bien vivir para así poder mejor morir.

Rafael Castela Santos

quinta-feira, agosto 18, 2005

Audiência do Papa Bento XVI com o Superior da Fraternidade de São Pio X

No próximo dia 29 de Agosto, Sua Santidade o Papa Bento XVI receberá em audiência privada Dom Bernard Fellay, Superior da Fraternidade de São Pio X: pela minha modesta parte, apesar de entender que não se devem fomentar expectativas demasiadamente altas em relação a tal encontro, julgo ser uma excelente notícia o reatamento oficial do diálogo entre Roma e a Fraternidade, constituindo tal circunstância um indubitável sinal de esperança para a tradição.

Ora, a este propósito, convirá recordar parte do conteúdo da entrevista que Dom Bernard Fellay concedeu recentemente à Dici, cujo conteúdo integral pode ser lido na sua versão original aqui:

DICI: Se fosseis recebido pelo papa, que lhe pediríeis?

Mons. Fellay: Pedir-lhe-ia a liberdade da Missa, para todos e no mundo inteiro. Na nossa situação particular, tratar-se-ia, igualmente, de retractar o decreto de excomunhão relativo às sagrações. São os dois pontos prévios que não podemos dissociar de uma discussão doutrinal ulterior. Bem se sabe que nem tudo se limita à Missa, mas é preciso começar pelo concreto; é preciso começar por um princípio. Seria uma brecha muito profunda e eficaz no sistema progressista; tal conduziria, gradualmente, a uma mudança de atmosfera e de espírito na Igreja.

Um responsável por um Dicastério, em Roma, observando as nossas procissões quando do Ano Santo de 2000, exclamou: «Mas eles são Católicos, somos obrigados a fazer alguma coisa por eles». Ainda há bispos e cardeais que são Católicos, mas o mal está de tal modo expandido que Roma não ousa pegar no bisturi.

Vê-se bem que a Igreja passa pelo mesmo estado de Nosso Senhor na Cruz. Pergunto-me se a 3ª parte da Mensagem de Fátima não se refere a uma morte aparente da Igreja. É uma situação inaudita a que vivemos, mas a graça do Bom Deus é poderosa. Podemos viver cristãmente. Ainda se pode mostrar que a religião Católica existe, e que se pode viver nela. E este exemplo vivo da Tradição conta muito nas nossas relações com Roma.

Porque Ecône não é contra Roma, como dizem os jornalistas. Partilhamos com o Papa Bento XVI a mesma verificação da situação dramática da Igreja. E como não estar de acordo sobre essa verificação, quando se vê a queda de vocações: em Dublin, Irlanda, no último ano, não houve qualquer entrada de seminaristas! Entre os jesuítas, há um ou dois anos, contaram-se apenas sete profissões perpétuas em toda a congregação! Mas Roma não remonta à origem dos efeitos que toda a gente verifica, porque isso equivaleria a pôr em causa o concílio. É preciso que Roma reencontre a sua Tradição. Decerto, não somos nós que convertemos, é Deus; mas podemos levar a nossa pequena pedra à restauração, devemos fazer tudo o que pudermos. É preciso fazer compreender que a Tradição não é um estado arqueológico: é o estado normal da Igreja, ainda hoje.

Podemos também apresentar às autoridades eclesiásticas estudos teológicos sobre o concílio. Isso exige tempo. Depois, há todo um trabalho a fazer junto dos bispos, dos padres. Existem muitos fiéis que estão prontos para a retomada, muitos mais do que o que se crê. Quanto aos padres, é mais difícil. Os que têm a idade do concílio, os que largaram tudo e se lançaram nessa aventura, não regressam. Os mais jovens são muito mais abertos.


JSarto

sábado, agosto 13, 2005

Peregrinação Internacional da Fraternidade de São Pio X a Fátima

Nos próximos dias 20, 21 e 22 de Agosto, realizar-se-á a Peregrinação Internacional da Fraternidade de São Pio X a Fátima, subordinada ao seguinte programa:

Dia 20

17.00 Horas - Conferências (em inglês, francês, espanhol e alemão) na Pensão Casa de Santo Amaro, localizada na Rua Jacinta Marto, nº 59.

Dia 21

10.00 Horas - Missa campal de rito latino-gregoriano celebrada por Sua Reverência Dom Bernard Fellay, Superior-Geral da Fraternidade, no espaço situado em frente ao Hotel Floresta (Estrada da Batalha, depois da Rotunda Norte).


16.00 Horas - Via-Sacra, com início junto à Rotunda Sul.

Dia 22

13.00 Horas - Acto de Reparação na Capelinha das Aparições.

Para esclarecimento de quaisquer dúvidas, aqui se deixa uma planta toponímica de Fátima.

JSarto

De novo em destaque

Uma vez mais, o jornal "O Diabo" - que nada tem a ver com o "pai de toda a mentira" (esse preferirá seguramente a comunicação social dita de referência) -, pela pena de Walter Ventura, destacou este espaço, publicando em letra impressa o artigo "A caminho da República Universal". Pela minha parte, e com grande atraso, agradeço a atenção recebida, desejando que aquele jornal prossiga com o costumeiro desassombro o seu combate patriótico.

JSarto

sábado, agosto 06, 2005

Aforismos de Nicolás Gómez Dávila - Religião

En su afán pueril y vano de seducir al pueblo, el clero moderno concede a los programas socialistas la función de esquemas realizadores de la Bienaventuranzas. El truco consiste en reducir a una estructura colectiva y externa al individuo, un comportamiento ético que si no es individual e interno no es nada. El clero moderno predica, en otros términos, que hay una reforma social capaz de borrar las consecuencias del pecado. De lo que se puede deducir la inutilidad de la redencion por Cristo.

La Iglesia contemporánea pratica preferencialmente un catolicismo electoral. Prefere el entusiasmo de las grandes muchedumbres a las conversiones individuales.

La "Iglesia primitiva" ha sido siempre la disculpa favorita del hereje.

La funcion de la Iglesia no es la de adaptar el cristianismo al mundo, ni siquiera de adaptar el mundo al cristianismo, su función es la de mantener un contramundo en el mundo.

La fe no es una convicción que poseemos, sino una convicción que nos posee.

Mis convicciones son las mismas que las de la anciana que reza en el rincón de una Iglesia.

Lo que aparta de Dios es menos el pecado que el deseo de justificarlo.

Nada queda del cristianismo quando el cristiano se empeña en no parecerle estulto al mundo.

El predicador del reino de Dios, cuando no es Cristo el que predica, acaba predicando el reino del hombre.

Mientras el clero no haya terminado de apostatar, va a ser difícil convertirse.

La reprobación de la Iglesia constantiniana es la marca inequívoca de toda herejía.

La muerte de Dios es noticia dada por el diablo que sabe sunmamente bien que la noticia es falsa.

La muerte no debe ser objecto de nuestras meditaciones, sino base de todas.

Que la historia de la Iglesia contenga capítulos siniestros y capítulos imbéciles es evidente, pero no es ensalzando al mundo moderno como un catolicismo viril debe hacer su confesión penitente.

Ante la Iglesia actual (clero - liturgias - teologia) el católico viejo se indigna primero, se asusta después, finalmente revienta de risa.

El papel del cristiano en el mundo es la mayor preocupación del nuevo teólogo. Singular preocupación, puesto que el cristianismo enseña que el cristiano no tiene papel en el mundo.

El catolicismo de izquierda es la pretensión de bautizar tesis que no se han convertido.

Para poderse aliarse con el comunista, el católico de izquierda sostiene que el marxismo meramente critica las acomodaciones burguesas del cristiano, cuando es su esencia la que condena.

Ser cristanos a la moda actual, consiste menos en arrepentirnos de nuestros pecados que en arrepentirnos del cristianismo.

Los que tratan de mondar al cristianismo de sus acreencias milenarias, para devolverlo a su "pureza primitiva", declaran "originales" y "autenticos" tan sólo los factores del cristianismo que apruebe la mentalidad vulgar de su tiempo. Desde hace dos siglos, el "cristianismo primitivo" se amolda, en cada nuevo decenio, a las opiniones reinantes.

Cristianismo es la doctrina a la cual no basta el sólo Evangelio.

El catolicismo, para el católico de izquierda, es el gran pecado del católico.

El mundo sólo respeta al cristiano que no se excusa.

El amor al prójimo ha sido patenteado como la mejor disculpa para apostatar.

Es difícil simpatizar con el clero moderno, desde que se volvió anticlerical.

La Iglesia actual excluye gentilmente del depósito revelado todo lo que la opinión pública condena.

Los paganos, los cismáticos, los herejes, son los abortantes de la catedral católica.

La fe en Dios no resuelve los problemas, pero los vuelve irrisorios. La serenidad del creyente no es presunción de ciencia, sino plenitud de confianza.

Mejor una Iglesia pequeña, pero de católicos, que multitudinaria, pero de rotarios.

La historia del cristianismo revela al cristiano lo que la presencia de Cristo ha querido tener en la historia. Pretender borrar esa historia, para retornar al solo Cristo evangélico, no es gesto de devoción sino de orgullo.

El individualismo religioso olvida al prójimo, el comunitarismo olvida a Dios. Siempre es mas grave el segundo error.

La verdadera religión es monástica, ascética, autoritaria y jerárquica.

La relación entre el cristianismo y Cristo es el prototipo de la relación feudal. Señor que da la vida por sus fieles. Vasallos fieles al Señor hasta el martirio. El Cristianismo es un vasallaje místico.

No es imposible que en los batallones clericales al servicio del hombre, todavía se infiltren algunos quintacolumnistas de Dios.

Recelosa del banquete celeste, la Iglesia ha resuelto presentarse, sin invitación, a todos los banquetes.

La actitud de los que recusan la historicidad de Jesús es semejante a de los padres de la tradición evangélica. El personaje les pareció a ambos tan extraño, que aquellos, a tropezar con Él, en un texto, negaron su existencia, y estos, al conocerlo en carne y hueso, proclamaran su divinidad.

Que el cristianismo no resuelva los problemas sociales no es razón de apostatar sino para los que olvidan que nunca prometió resolverlos.

El cristianismo es radicalmente adverso a la teocracia. Una sociedad convertida en Iglesia no prefigura el reino de Dios. Dibuja, al contrario, su caricatura satánica. La Iglesia reclama la paralela existencia del imperio. Personalmente, sólo creo legítimo un mundo que presidan, desde tronos simétricos, Pontífice Romano y Emperador Germánico.

Vivir escatologicamente no es vivir el presente en acecho del futuro, sino vivir el futuro como ya presente.

Lo único sensato es importunar tercamente a Dios con nuestras oraciones.

Mientras el hombre sepa arrodillarse, nada hay perdido.

El problema religioso no se agrava cada día, porque los fieles no son teólogos, y los teólogos no son fieles.

Muchos presumen ser anacoretas cuando han sido meramente arrinconados.

La actual opulencia de inmundicias ni sorprende, ni aterra al cristianismo. Los cristianos somos expertos en decadencias.

Ya que la Iglesia se empeña en adoptar ideas profanas, roguémosle que no adopte las bobas.

La Iglesia, desde que el clero se aplebeyó, impreca a todos los vencidos y ovaciona a todos los vencedores.

Orar es el único acto en cuya eficacia confio.


JSarto

sexta-feira, agosto 05, 2005

La sombra de Frankenstein es alargada

Miguel Delibes, cuya narrativa contiene algunos de los mejores momentos de la española contemporánea, escribió allá por los años cincuenta “La sombra del ciprés es alargada”. En este libro aludía a los cipreses, árboles funerarios y escoltas mudos de los paseos de los cementerios.
En Francia, donde la ley manda incinerar los cadáveres de los niños y bebés nacidos muertos o productos de los abortos a los diez días de haber nacido, en un famoso hospital, el Saint-Vincent de Paul, de París, se han encontrado 351 cuerpecitos en sus cámaras frigoríficas.
¿Olvido? Ni pensarlo. Premeditado. Supongo que al objeto de que las industrias de la belleza y los Mengeles de hoy en día, metidos en los berenjenales de las células madre y demás, tengan suficiente material crudo del que nutrirse. Quizás para experimentos inenarrables y horripilantes de los que ni siquiera nos dan cuenta.
Este es el mundo en que vivimos. Políticos corruptos, científicos frankenstinianos, hetairas por doquier.
¿Hasta cuándo, Señor?

Rafael Castela Santos

quinta-feira, agosto 04, 2005

Aforismos de Nicolás Gómez Dávila - Modernidade

La vida del moderno se mueve entre dos polos; negocio y coito.

La palabra "moderno" ya no tiene prestigio automático sino entre tontos.

El moderno llama "cambio" caminar más rápidamente por el mismo camino en la misma dirección. El mundo en los últimos trescientos años, no ha cambiado sino en ese sentido. La simple propuesta de un verdadero cambio escandaliza y aterra al moderno.

En la época moderna hay que optar entre opiniones anacrónicas y opiniones viles.

Los Evangelios y el Manifiesto comunista palidecen; el futuro del mundo está en poder de la coca-cola y la pornografía.

La diferencia entre medievo y mundo moderno es clara: en el medievo la estructura es sana, y apenas ciertas coyunturas fueron defectuosas; en el mundo moderno, ciertas coyunturas han sido sanas, pero la estructura es defectuosa.

La palabra "progreso" designa una acumulación creciente de técnica eficaces y de opiniones obtusas.

El moderno cree vivir en un pluralismo de opiniones, cuando lo que impera es una unanimidad asfixiante.

Cada día resulta más fácil saber lo que debemos despreciar: lo que el moderno aprecia y el periodista elogia.

El hombre habra construido un mundo a imagen y semejanza del infierno cuando habite en un medio totalmente fabricado con sus manos.

La prensa aporta al ciudadano moderno el embrutecimiento matutino, la radio su embrutecimiento meridiano, la televisión su embrutecimiento vespertino.

El moderno se ingenia con astucia para no presentar su teología directamente, sino mediante nociones profanas que la impliquen. Evita anunciarle al hombre su divinidad, pero le propone metas que solo un dios alcanzaría o bien proclama que la esencia humana tiene derechos que la suponen divina.

Dios es el estorbo del hombre moderno.

El suicidio más acostumbrado en nuestro tiempo es pegarse un balazo en la alma.

Llámase mentalidad moderna al proceso de exculpación de los pecados capitales.

El mundo moderno no será castigado. Es el castigo.

El mundo moderno ya no censura sino al que se rebela contra el envilecimiento.

La mentalidad moderna no aprueba sino un Cristianismo que se renegue a sí mismo.

JSarto