quarta-feira, abril 20, 2005

Contra Europa


Extractado de L'Esclat

«Lo escribiremos por centésima vez: el liberalismo ha envenenado nuestra sangre y el parlamentarismo ha podrido nuestros huesos. Lo escribiremos por centésima vez: el sistema mortal de esta sociedad, que se disuelve, es que hay muchos hombres de talento que todo lo ven al revés, y muchos hombres sensatos que no hacen más que simplezas, y, sobre todo, muchos hombres verídicos que nunca dicen la verdad.»Aparisi y Guijarro, Obras Completas, Tomo I
El mes de mayo, además de a Nuestra Señora, bien puede dedicarse a la defensa de la identidad de España. Y es que es rico en efemérides antieuropeas: Dos de Mayo, alzamiento de Madrid contra las tropas napoleónicas; Veinticinco de Mayo, declaración de guerra a Napoleón por la Junta General del Principado de Asturias... Sin olvidar el tres de mayo, Invención de la Santa Cruz, mandada celebrar como fiesta nacional por el más antieuropeo de los reyes de este siglo, Don Alfonso Carlos, el monarca de la Cruzada.

No somos europeos
¿Por qué contra Europa? No hacía falta explicarlo a nuestros abuelos: Europa representa la antítesis de España. No somos europeos, ni siquiera geográficamente. ¿Son acaso europeas Ceuta, Melilla, las Islas Canarias? Y, sin embargo, ¿puede algún bien nacido negar su españolidad? ¿Qué decir de las Españas de ultramar?

La moneda falsa
Pero el papanatismo que nos invade hace pasar por buena la moneda falsa del europeísmo hasta entre aquellos que, no hace tanto, la reconocían y apartaban. Parece que hasta el más lerdo debería darse cuenta de lo ajena que Europa nos resulta, aunque sólo fuera por la devastación económica que el Mercado Común —luego Comunidad Económica Europea, ahora Unión Europea— ha traído a España. Pero no; hemos de apurar el cáliz hasta las heces. Incluso la Academia se une al enemigo: tras la supresión de la ch y la ll como consonantes autónomas, ¿cuánto durará la ñ? (No es asunto baladí: se trata de homogeneizar, de eliminar toda diferencia).

¿Cuándo nace Europa?
Sigamos con el símil de la moneda falsa. ¿Cuándo se acuña? ¿Cómo distinguir el troquel?Veamos primero la verdadera. España, o las Españas, van formándose en la Historia como bastión de la Cristiandad. Cuando ésta empieza a disgregarse, los españoles no sólo se mantienen fieles, sino que la amplían: nace entonces la Hispanidad. Hispanidad que perpetúa la Cristiandad política, en cuya defensa empuña las armas, que no depone hasta 1939. (Y aún podríamos incluir, mutatis mutandis, las campañas posteriores de Ifni-Sahara).
Europa, por contra, nace precisamente de esa disgregación de la Cristiandad. Nace de las cinco rupturas de que hablaba el Profesor Francisco Elías de Tejada:«a) La ruptura religiosa del luteranismo.b) La ruptura ética del maquiavelismo.c) La ruptura política del bodinismo.d) La ruptura jurídica del hobbesianismo.e) Y la ruptura sociológica que convierte en realidad palpable la rotura definitiva del cuerpo místico político cristiano: la firma de los tratados de Westfalia.» (Centro de Estudios Históricos y Políticos “General Zumalacárregui”, ¿Qué es el Carlismo? Madrid, 1971)

En 2004
Hemos visto el nacimiento de estas dos fuerzas tan dispares, la acuñación de las dos monedas. ¿Qué aspecto tienen ahora, a principios del siglo XXI?
Sigue siendo de aplicación el libro antes citado:«Europa es mecanicismo; neutralización de poderes; coexistencia formal de credos; moral pagana; absolutismos; democracias; liberalismos; guerras nacionalistas familiares; concepción abstracta del hombre; sociedades de naciones y organizaciones de naciones unidas; parlamentarismos; constitucionalismos; aburguesamientos; socialismos; protestantismos; republicanismos; soberanías; reyes que no gobiernan; indiferentismo y ateísmo y antiteísmo: revolución en suma.»
«Cristiandad es, en cambio, organicismo social; visión cristiana del poder; unidad de fe católica; poderes templados; cruzadas misioneras; concepción del hombre como ser concreto; cortes auténticamente representativas de la realidad social entendida por cuerpo místico; sistemas de libertades concretas; continuidad histórica por fidelidad a los muertos: tradición en suma.»
«Son, pues, dos civilizaciones, dos culturas polarmente contrarias. Europa es “lo europeo”: la civilización antropocéntrica de la revolución. Cristiandad es “lo cristiano”: la civilización teocéntrica de la tradición.» (Op. cit.)

Europa contra España
«Europa ha nacido para liquidar la cristiandad. Muchos creen que lo ha conseguido. Y así fuera cierto, de no haber sido por un obstáculo inopinado, naturalmente imprevisible, y por eso razonablemente calificable de providencial, que surgió. Ese obstáculo se llamó y se llama así: Las Españas.» (Op. cit.)
Y ahora, en el último asalto, Europa (también la Europa interior, es decir, la anti-España separatista, laicista, francófila o pro-estadounidense, judaizante o neomozárabe) se propone liquidar lo poco que queda de las Españas. Y le han salido aliados sorprendentes: el entusiasmo europeísta de “católicos” modernistas y sedicentes “patriotas” produce náuseas.
Por eso, en el mes de mayo, Mater Hispaniarum, ora pro nobis.

Gerardo Prendes

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