domingo, maio 20, 2012

Algunas reflexiones-lecturas de última hora



En primer lugar el contundente artículo de Chris Ferrara de Fatima Perspectives señalando, una vez más, el doble rasero, el doble estándar, con el que se mide la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX). Dejando de lado el terrible hecho de que a montones de cismáticos y herejes que se disfrazan de católicos nadie les dice nada, ni les confronta con nada, ni les cae ninguna sanción canónica (ni siquiera de amenaza de la misma) … lo cierto es que Chris Ferrara plantea una solución: igual que el Cluny (con apoyo directo papal) renovó la Iglesia en un momento crítico, quizás ahora esos otros “monasterios” de la FSSPX, con apoyo papal, bien podrían renovar a esta Esposa de Cristo que, admitámoslo, presenta un deplorable estado. Suscribo esta propuesta.
Por otro el jugoso, jugosísimo, comentario de Rorate Coeli sobre el último momento de las conversaciones entre Roma y la FSSPX. Lo que hay implícitamente se sugiere en este comentario es tremendo. En román paladino, vaya, viene a decir que si el Santo Padre acepta el preámbulo sugerido por Monseñor Fellay, de alguna manera el Papa estaría dando carta blanca a que el Vaticano II dejase de ser el “Superdogma” (en algunos puntos, por bien decir, es un antidogma) que muchos malditos burócratas vaticanos propugnan, y que de facto pretende eliminar todo Depósito de la Fe anterior y eterno. Sería, abiertamente, reconocer que uno puede ser perfectamente católico sin tener que hacer referencia –prácticamente en exclusiva- a este Concilio Pastoral, y no dogmático. Como si todos los demás Concilios de la Iglesia no contasen. Como si todo el Magisterio Extraordinario del pasado tampoco contase. En una palabra, como si la Tradición no contase. Insisto: el Papa acepta ese preámbulo sobrepasando el obstáculo de tanto burócrata vaticano con piel de Obispo y de Cardenal y le daría un calado doctrinal a un acuerdo canónico del que quizás no éramos conscientes.
La prueba es clara: no tiene ningún sentido que Fellay haga compromisos con el principio de la Tradición y que endose un preámbulo que sea anti-tradicional. El quid de la cuestión estriba en si el Papa va a cortocircuitar a tanto orco in pectore, balrog casposo y mediopensionista, nazgûl de medio pelo y aspirante a Saurón (si bien no suelen pasar de vulgares trolls, incluido algún trozzol de baja estofa) que pulula por el Vaticano; Vaticano por lo demás que ellos suelen considerar Kirith Ungol y alguno incluso hasta expresamente Mordor. Recordemos, una vez más, que las opiniones de la Congregación para la Doctrina de la Fe o de Ecclesia Dei no son vinculantes para el Papa. Razón tenía Monseñor Fellay al decir que si esto se acabase firmando era gracias al Santo Padre, y a él solo.
Harían bien en considerar este punto tantos feroces, buena parte de ellos mentecatos a más no poder, opositores a Monseñor Fellay. Y harían bien con considerarlo porque el tan denostadísimo (por ellos, claro) acuerdo sería, así, un acuerdo no sólo canónico y abierto a seguir discusiones doctrinales en un futuro, sino mucho más: un acuerdo doctrinal. Y harían bien, también, en considerar que Monseñor habría defendido la Tradición hasta conseguir que el Santo Padre le dé a la Tradición carta blanca. Y que el Santo Padre, que ha tenido el coraje de decir que la Misa Tridentina nunca ha sido abrogada (aunque el nefasto Pontificado de Juan Pablo II le pusiera todo tipo de obstáculos y más), amén de publicar sendos Decretos dando libertad plena a la Liturgia de siempre, sería, como bien apuntó Monseñor Fellay, el único responsable de esta carta blanca de la Tradición. Esto sellaría así lo que los católicos bien sabemos: Ubi Petrus, est Ecclesia.
Finalmente La Honda de David. Una vez más. En este mundo de locos de la blogosfera, donde se dicen tantísimas estupideces y tantos cerebros cloacales encuentran su solaz preferido, es refrescante leer La Honda de David. En primer lugar me alegro que su autor haya vuelto a coger la pluma porque, amén de prolífico, es profundo. No se pierdan, por favor, todos y cada uno de los comentarios que van entre las fechas de 17 de Abril de este año y el 18 de Mayo. No son muchas (7 en total), ni son excesivamente largas. Pocos, como La Honda de David, han dado en el clavo de las implicaciones esjatológicas de las conversaciones entre Roma y la FSSPX.
Sigo pensando que la resolución, o el comienzo de resolución, de los problemas de la Iglesia pasan por dos nodos tan imprescindibles como requeridos por el Cielo: la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón, como expresamente pidió la Santísima Virgen en Fátima, y todavía no realizada, y la reintegración de pleno derecho de la Tradición en la Iglesia, lo que se puede realizar de manera óptima con una Prelatura Personal, con una carta blanca doctrinal como la que implícitamente sugiere Rorate Coeli. Porque los pilares fundamentales de salvación en estos momentos son, precisamente, la Santísima Virgen y la Tradición, ya que esta última es el mejor y más potente baluarte de la Eucaristía y de Jesús Sacramentado. Muchas veces, admitámoslo, el único seguro.
Lo contrario, no respetar la Tradición y no realizar la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón, no es un sueño, sino la peor pesadilla posible. ¡No permita, Santo Padre, por amor de Dios, de la Santísima Virgen y de la Sagrada Eucaristía, que esta pesadilla se haga realidad!

Rafael Castela Santos

5 comentários:

New Catholic disse...

Brilliant, Mr. Castela Santos. You truly understood all the myriad of meanings in our short text. Reading "the signs of the times," indeed, as Our Lord had recommended that the Pharisees do. It seems to me that only those who ignorant, inattentive, or, worse, malicious and disingenuous could be surprised now.

Best regards, and thank you for your readership,

NC

Miles disse...

Wow, what a honor to receive a comment from the great NC in this humble house! Thank you, very much!

Miles disse...

Caríssimo Rafael, é óbvio que Grima já não está apenas em Rohan, mas também em Minas Tirith, infiltrada por uma enorme quinta coluna de servidores de Sauron…

Que a Dama Galadriel, Tulkas e as suas legiões, e até o Exército dos Mortos nos auxiliem neste combate feroz e sem quartel!A Fraternidade do Anel triunfará!

Afonso Miguel disse...

No fundo, trata-se de reconhecer que a posição da FSSPX é uma posição católica, sem restrições. Reconhecer a catolicidade da fraternidade tal e qual como ela é e actua. Fellay falou disto na Áustria.

Ubi Petrus, est Ecclesia. Nem mais. A FSSPX não é "a" Igreja, é Igreja. Se eu fosse modernista estava aterrorizado com a possibilidade de Roma aceita-lo, sem reservas e com carta branca para actuar em nome do Papa.

Miles disse...

Caro Afonso, os modernistas na sua sagacidade perversa já perceberam muito bem e há muito o que aí vem, ao contrário de vários supostos tradicionalistas, onde se incluem até alguns bispos, em ascensão para um neo-sedevacantismo ou cripto-sedevacantismo cada vez mais evidente. Ora, a verdade é que Monsenhor Lefebvre nunca foi sedevacantista e seria o primeiro a aceitar uma regularização canónica nos termos em que tudo indica que Bento XVI o irá agora fazer.