domingo, março 11, 2007

¿Era cismático Lefèbvre?

El otro día, creo que el 6 de Marzo, si mal no recuerdo, Radio Cristiandad nos endilgó a sus oyentes con un castigo bíblico, como fue el ponernos un monólogo de un sujeto de cuyo nombre no quiero acordarme, al parecer vinculado a Aciprensa. Dicho monólogo versaba sobre la Tradición, sobre el “cisma” (sic) de Monseñor Lefèbvre y hasta sobre la liturgia multisecular.
El tal sujeto, con una insolencia realmente digna de tal nombre, con ataques ad hominem contra personas que le escriben, falto de argumentos, con tautologías varias y pseudorazonamientos circulares y cosas similares, se despachó a gusto. Bien, contra hechos no hay argumentos. Vamos con los hechos. Los dos primeros textos están sacados de unos comentarios en una noticia de Aciprensa. El segundo es una transcripción de una declaración de Monseñor Lefèbvre.
Como curiosidad me gustaría saber si algún amable lector nos podría explicar si existe algún tipo de ligazón o relación entre Aciprensa y el Opus Dei.

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«¿Qué es lo que constituye un acto cismático?
NO el simple hecho de consagrar obispos sin mandato pontificio, pues el mismo código de derecho canónico sitúa este delito en el Título III (usurpación de funciones eclesiásticas) y NO en el Título I (contra la religión y la unidad de la Iglesia (de su sección penal (Libro VI).
Tampoco por consagrar obispos contra el deseo del Santo Padre, que como mucho constituiría una desobediencia. Además, aun cuando hubiese sido una desobediencia, el Derecho Canónico establece que tal desobediencia es lícita cuando existe un estado de necesidad.
Pero la desobediencia no llega a ser cisma, pues éste requiere NO reconocer a la autoridad en sí misma, mientras que la desobediencia consiste en no obedecer una orden, pero reconociendo la autoridad de quien manda. “El niño que le dice a su madre ‘¡no quiero!’ no niega que sea su madre”.
Ahora bien, Monseñor Lefèbvre siempre reconoció la autoridad del Papa (como prueban las consultas con Roma para la solución de problemas habituales), y lo mismo hace la FSSPX (véase, por ejemplo, su apoyo a la Ordinatio Sacerdotalis de Juan Pablo II contra el sacerdocio femenino).
Consagrar un obispo sin mandato pontificio sería un acto cismático si se pretendiese conferir no sólo la plenitud del sacerdocio, sino también la jurisdicción, el poder de gobernar un rebaño particular. Sólo el Papa, que tiene jurisdicción universal sobre toda la Iglesia, puede asignar un pastor a un rebaño y darle poder para gobernarlo.
Sin embargo, Monseñor Lefèbvre nunca pretendió conferir otra cosa que la plenitud de los poderes sacerdotales del Orden, y en modo alguno otorgó ninguna jurisdicción (que él personalmente ni siquiera tenía). Esto lo demuestra que la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X no establece parroquias o diócesis, sino prioratos.
Por lo tanto, no existe cisma.»

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«Un teólogo de una importancia tan grande como Cayetano precisa que cuando alguien se niega a obedecer y esta negación se refiere a la materia de lo que se manda o a la persona misma del Superior, sin poner en duda la autoridad o incluso la persona del superior, no hay cisma (Diccionario de Theologie Catholique; en Schisme. T. IX col 1304).
Por lo tanto, no existe cisma.»

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«NO HAY NADIE MÁS UNIDO AL SUCESOR DE PEDRO QUE NOSOTROS
Esta conclusión evidente es de primordial importancia para determinar nuestra actitud y manifestar nuestra indefectible unión al Magisterio de la Iglesia y a los sucesores de San Pedro. No hay nadie que esté más unido que nosotros al sucesor de Pedro reinante cuando se hace eco de las tradiciones apostólicas y de las enseñanzas de todos sus predecesores, porque entra en la definición misma del sucesor de Pedro guardar el depósito y transmitirlo fielmente. A este respecto, he aquí lo que proclamó el Papa Pío IX en Pastor Aeternus:
“El Espíritu Santo no le fue permitido a los sucesores de Pedro para permitirles publicar, según sus revelaciones, una doctrina nueva, sino para conservar estrictamente y exponer fielmente con su asistencia las revelaciones transmitidas por los Apóstoles, es decir: el depósito de la Fe”»

Monseñor Lefèbvre

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Ahora por tercera vez (y esto lo añado yo): por lo tanto no hay cisma.

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Si Monseñor Lefèbvre fue cismático, según el esperpéntico discurso de ese tal sujeto todos los que son miembros de la Hermandad de San Pío X, en incluso quienes asisten a sus Misas, también lo somos bueno sería, por ejemplo, clarificar algunas de las siguientes cuestiones:

a) ¿Cómo se explica que Roma decida y juzgue los problemas canónicos de los Sacerdotes de una “secta” (sic) cismática como la Hermandad de San Pío X? ¿Desde cuándo Roma entra a juzgar sobre asuntos canónicos de sectas cismáticas?

b) ¿Cómo se explica que haya un contacto no ya fluido y correcto, sino formalmente consolidado, entre la Hermandad de San Pío X y la Curia Romana? Con los cismáticos, o sea, los ortodoxos, hay encuentros puntuales, no un contacto institucionalizado.

c) ¿Cómo se explica que en cualquier Priorato o Capilla de la Hermandad de San Pío X lo primero que se vea es un cuadro o pintura del Santo Padre Benedicto XVI y, anteriormente, de Juan Pablo II, por los cuales se reza (y rezó) abundantemente? No parece esta actitud muy cismática, ¿no es así?

ch) ¿Cómo se explica que Roma dé todo tipo de facilidades, oficiales y extra-oficiales, a una peregrinación en Roma organizada por la Hermandad de San Pío X? ¿Da acaso Roma iguales facilidades a cismáticos o herejes?

d) ¿Cómo explica ese individuo de Aciprensa que el Cardenal Castrillón Hoyos dijera en declaraciones a TV-5 del 13 de Noviembre que la Hermandad de San Pío X sí que está en la Iglesia y que no se puede decir que haya un cisma? El insolente sujeto dijo que ni Cardenal ni nada, jura que el Derecho Canónico (Aciprensa, o él, dixit) ya ha declarado fuera de la Iglesia a la Hermandad de San Pío X. Entre la opinión de tal impavante y la opinión de Su Eminencia, me perdonará ese jefecillo de Aciprensa, prefiero quedarme con el Cardenal.

e) ¿Cómo se explica el esfuerzo denodado y sincero no ya sólo del Santo Padre, de la Curia Romana, de los Superiores de la Hermandad de San Pío X y de personalidades destacadas de la Hermandad de San Pío X (incluyendo a Monseñor Ricardo Williamson, al que Aciprensa tanto se gloría en criticar tan inicua como injustamente cuando Su Ilustrísima es un Obispo con un sentido de la Romanitas como pocos, como pueden testificar varias personalidades de la Curia Romana, donde es un hombre querido y apreciado) para aproximar posturas?

f) ¿Cómo se explica, entonces, el sentir de la mayoría de los Sacerdotes de la Hermandad de San Pío X, así como el de sus fieles, de querer estar con y en Roma no ya de espíritu y corazón –que ya lo estamos- sino institucionalmente? ¿Cómo se explica que queramos ser católicos tradicionales para, precisamente, ser más romanos? ¿No es esto un hecho que desdice por sí solo ese espíritu “cismático” del que se nos acusa por parte del susodicho capo de Aciprensa?

Dicho esto permítanme acabar con un hurra por el Santo Padre: ¡Viva el Papa!

Rafael Castela Santos, “cismático”-papista confeso, convicto, verificado y certificado

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