Un Pastor evangélico sueco fue encarcelado el pasado mes de Julio por predicar durante sus sermones contra la homosexualidad. Evidentemente las blasfemias contra Dios, contra Cristo, contra la Virgen María, contra la Iglesia o contra todo lo sagrado que vienen de parte de los sodomitas tienen patente de corso. No está de más recordar que los católicos consideran el sexo contra natura como uno de los cuatro pecados que claman venganza al Cielo. Ni está de más recordar cuál fue el fin de Sodoma, Gomorra o Pompeya, esta última el San Francisco de los romanos.
Tampoco está de más volver sobre esta noticia porque es anticipo de lo que ya se huele y se viene: la persecución ya no moral, sino también física, de los cristianos. Hasta el martirio.
El Novus Ordo niega y/o oculta de mil y una maneras el aspecto sacrificial de la Misa. En la Misa de San Pío V, así como en los ritos católicos orientales no adulterados por el Vaticano II, el aspecto sacrificial es el más importante. Hemos negado esto; hemos determinado que no se celebre el sacrificio incruento del Altar por el cual la sangre inocente de Cristo se derrama por nuestros pecados. Y si no es la sangre de Cristo la que se derrama, entonces es nuestra propia sangre la que se derrama. Pues bien, es ahora la sangre de los mártires la que está a punto de derramarse. La que ya se derrama en Sudán, donde hace tiempo que crucifican a los cristianos. La que se derrama en Timor Este, donde los musulmanes matan a cristianos por el mero hecho de serlo. La que se derrama en Israel, donde judíos y musulmanes persiguen con saña y sutileza a los cristianos. La que se derrama en Irak, donde los cristianos caldeos están siendo perseguidos. Etc.
El encarcelamiento del Pastor por predicar la Biblia, que es muy clara al respecto de la homosexualidad, advierte de lo que se avecina en la vieja y decrépita Europa.
Rafael Castela Santos
Tampoco está de más volver sobre esta noticia porque es anticipo de lo que ya se huele y se viene: la persecución ya no moral, sino también física, de los cristianos. Hasta el martirio.
El Novus Ordo niega y/o oculta de mil y una maneras el aspecto sacrificial de la Misa. En la Misa de San Pío V, así como en los ritos católicos orientales no adulterados por el Vaticano II, el aspecto sacrificial es el más importante. Hemos negado esto; hemos determinado que no se celebre el sacrificio incruento del Altar por el cual la sangre inocente de Cristo se derrama por nuestros pecados. Y si no es la sangre de Cristo la que se derrama, entonces es nuestra propia sangre la que se derrama. Pues bien, es ahora la sangre de los mártires la que está a punto de derramarse. La que ya se derrama en Sudán, donde hace tiempo que crucifican a los cristianos. La que se derrama en Timor Este, donde los musulmanes matan a cristianos por el mero hecho de serlo. La que se derrama en Israel, donde judíos y musulmanes persiguen con saña y sutileza a los cristianos. La que se derrama en Irak, donde los cristianos caldeos están siendo perseguidos. Etc.
El encarcelamiento del Pastor por predicar la Biblia, que es muy clara al respecto de la homosexualidad, advierte de lo que se avecina en la vieja y decrépita Europa.
Rafael Castela Santos
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