quinta-feira, setembro 08, 2005

Persecución contra católicos en España y en China

En España continúa implacable la persecución contra los católicos. Juan Carlos Girauta se hacía eco no hace mucho de ello. Es muy interesante su comentario, sobre todo viniendo de alguien que es no practicante y, posiblemente, no creyente. La entradilla de su artículo lo resume todo él: “No es necesario un doctorado en historia contemporánea para entrever cómo muchas de las grandes catástrofes del último siglo se han alimentado de anticatolicismo.”
En China la persecución contra los católicos sigue implacable. Nos olvidamos a menudo que la economía china tiene poco de abierta y/o capitalista porque es una economía fuertemente controlada por el Partido Comunista, único en el gobierno tiránico y perverso que ejerce sobre los chinos. Esta es la afirmación básica de la que nos olvidamos a menudo: el comunismo no ha muerto. Está vivo en todos esos países donde sigue atenazando a sus ciudadanos, como China, Vietnam o Cuba. Está vivo en los países del telón de acero, cuyos gobernantes –disfrazados a menudo de socialistas- son los mismos que gobernaban bajo la égida de la hoz y el martillo.
Todos ellos, los socialistas (reciclados o no), los comunistas, los antiteos, los neopaganos e idólatras, etc., tienen un objetivo único, pues en todo lo demás están bien divididos. Ese objetivo no es otro que el de odiar a Nuestro Señor Jesucristo y a la Iglesia por Él fundada.
La historia de la humanidad no es otra que la de Satanás contra Dios y, desde hace veinte siglos, la historia de la Sinagoga contra la Iglesia (utilizo la palabra Sinagoga aquí en el sentido de San Juan, cuando nos habla de la “Sinagoga de Satanás” como la congregación de todos los malvados que odian a Cristo y a su Iglesia, en modo alguno tiene alusiones racistas sino que su acepción es puramente teológica). O con Cristo o contra Él. No hay término medio.

Rafael Castela Santos

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