Crónica de persecución a cristianos (V)

Una estimación conservadora da que hay 300 millones de cristianos perseguidos en el mundo. Como enlace general recomendamos el libro sobre el martirio del Paul Allard, en especial el capítulo 4 del mismo.
Ciertamente la mayor parte de esta persecución sucede en países musulmanes y en países comunistas. Ahora bien, se van añadiendo zonas del mundo, como Bolivia, donde jamás uno hubiera pensado que se persiguiera a los católicos. Dejemos de lado los países musulmanes, a los cuales dedicaremos una próxima crónica. Centrémonos hoy en el Asia (India y China fundamentalmente) y en España y algunos países hispanoamericanos.
La India es un país donde las persecuciones a cristianos se están extendiendo de manera pasmosa, y los mass me(r)dia no hacen sino ponerle sordina. Allí, no hace mucho, saltó la noticia de cristianos quemados vivos. La persecución a seguidores de Cristo en la India está posiblemente siendo la peor de la historia. El asedio fundamentalista anti-cristiano es brutal y es el principal responsable de la persecución a cristianos en la India. En la región de Orissa la situación se ha tornado invivible para los cristianos. En otras regiones del subcontinente indio tienen como pasatiempo el ataque a Conventos de religiosas contemplativas o, directamente, el asesinato de Sacerdotes.
A diferencia de estos hindúes, se suele pensar que los budistas son seres pacíficos y benevolentes pero, por ejemplo en Sri Lanka, los monjes budistas han incitado a la destrucción de iglesias cristianas.
No podemos tampoco olvidarnos de lo que sucede en países comunistas, como China, donde sigue persiguiéndose de manera implacable a los cristianos. Un resumen cronológico de lo acontecido en el gigante asiático puede encontrarse aquí. La “apertura” de China de estos últimos años se deduce de su continua destrucción de templos marianos.
Si terrible es la persecución a los mártires cristianos, pésimo es olvidarlos, como ocurre de manera instrumentalizada en España. Por no hablar de la profanación de cementerios de mártires –como ocurrió en Paracuellos del Jarama-, afrenta innoble donde las haya. Allí miles y miles de personas fueron asesinadas durante la Cruzada de 1936 por el “delito” de ser católicos. Los fautores de aquel crimen horrendo hoy reciben Doctorados Honoris Causa. Lamentablemente España se ha convertido en un país donde los católicos son perseguidos por activa y por pasiva, especialmente en la región catalana.
El odio a Dios que se traduce en los martirios de cristianos alcanza su quintaesencia en los sacrilegios contra la Sagrada Eucaristía. Este tipo de acciones son el culmen de aquellas otras que llevan a la erradicación de cualquier símbolo cristiano. Hay otros países otrora católicos donde sus políticos también persiguen sacrílegamente a la Iglesia.
Y tampoco podemos olvidarnos que el Quinto Imperio, hipócritamente autodefinido defensor de la libertad de religión, ha tenido históricamente especial inquina en la destrucción de Monasterios señeros. Este mismo Quinto Imperio, el del Anticristo, quiere ahora penalizar en su sector useño aquellos cristrianos que cuestionen la homosexualidad, pero lo mismo quieren hacer en su sede primigenia, la Gran Bretaña.
Lo peor es la persecución a los católicos fieles dentro de la propia Iglesia, otro de los “frutos” del Vaticano II no ya tanto por la persecución a las personas concretas, sino por la persecución a la Verdad, la persecución a Dios.
De esta última persecución, la dirigida contra Dios Padre y contra Dios Hijo, todas las demás son meros epifenómenos. El testimonio de los mártires da cuenta de ello.

Rafael Castela Santos