Hoy me quedo sin palabras. Otras veces suelo amalgamar varios ejemplos de persecución a cristianos, entre los que siempre destacan los musulmanes, aunque no son los únicos. Hoy basta un ejemplo: Un padre saudí mató a su hija porque ésta se convirtió al Cristianismo.
El Islam es lo que es: una religión inmisericorde. De igual manera que a menudo las muertes en el Islam son precedidas de la ignominia y es frecuente que los hombres sean violados por otros hombres para deshonrarlos –y luego matarlos-, a esta pobre chica que se convirtió a Cristo –Verdadero Dios y Verdadero Hombre- le cortaron la lengua antes de matarla. Muerte horrible, pues la quemaron en la hoguera. No me da hoy la pluma para comentar, así lo dejo a otros con más entereza.
El Islam será nuestro castigo próximamente, por cierto. Poco castigo, quizás, para nuestra apostasía y el brutal colapso moral que nos corroe.
A ti, chica desconocida, de nombre desconocido, que eres mártir, que eres testigo: ruega por nosotros.
¡Señor, atrae a los pueblos hoy día en las tinieblas del Islam para que retornen a Ti!
Rafael Castela Santos
domingo, agosto 17, 2008
Crónica de persecución a cristianos IV
Publicada por
Rafael Castela Santos
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domingo, agosto 17, 2008
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