sábado, dezembro 16, 2006

¡Pueblo mío ...! ¿Qué os he hecho?

En un Instituto de Enseñanza Secundaria de Zaragoza el otro día la dirección del mismo prohibió la celebración del típico festival navideño con que se suele dar por finalizado esta parte del curso en los colegios y escuelas españolas. En otro de Murcia no lo hacen, aunque en este caso el asunto es “no molestar a los inmigrantes”.
Al abrir la prensa hoy nos desayunamos con que en Málaga la directora de otro centro destruyó el Belén hecho por los alumnos en nombre del laicismo.
¿Es ésta la España a la que se calificaba como “la reserva espiritual de Occidente”?
Lo cierto es que hay una persecución en marcha contra los católicos. Estos repuntes (casi que tengo que utilizar la palabra portuguesa “requinte”, que lo expresa mucho mejor, y que tiene difícil traducción al castellano) no son más que otra vuelta de tuerca en este hostigamiento a los católicos. Hasta que se llegue a la persecución física, que ya se vislumbra en lontananza.
Todo converge para erradicar a Nuestro Señor Jesucristo de la vida pública. Es decir, para negarle el Reinado Social que le corresponde. Pero no hay un mundo “neutro”, por así decirlo. Es o con Él o contra Él. Y quienes optan por esto último tienen también un señor al que sirven, lo admitan o no (eso es lo de menos): Satanás.
Hoy día todo vale, menos Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. En esta España moderna hay demasiados Caifases y miembros del Sanhedrín prestos a crucificarle de nuevo, a la menor oportunidad.
Cada vez se van perfilando con mayor nitidez los campos de las dos ciudades.

Rafael Castela Santos

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